ENCUENTROS DE FE Y VIDA. En la historia de la espiritualidad el Espíritu Santo ha sido siempre como el gran desconocido. Ha sido siempre el gran olvidado a pesar de ser la Fuente de todas las gracias y de todos los dones que sostienen a la Iglesia a lo largo de los siglos. Ha sido el viento impetuoso que movió a los Apóstoles. Ha sido el Empuje de los predicadores del Evangelio, la Valentía de los mártires, el Fuego de los místicos, la Luz de los grandes teólogos, el Amor de todos aquellos que han entregado sus vidas a obras de caridad, la fortaleza de los enfermos, la inspiración de los artistas que han sabido plasmar el misterio de Dios con la música, la poesía, la pintura… El Espíritu Santo es el Puro Amor divino que nos conoce, nos ama y nos lleva de la mano hacía el Reino de nuestro Padre Dios.